“Cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan”. Hebreos 11:6.
La oración es absolutamente dependiente de la fe. La oración no logra nada a menos que esté conectada con la fe. La fe hace que la oración sea poderosa y escuchada por nuestro Dios.
Antes de comenzar a orar, nuestra fe debería estar obrando. Debemos tener fe en que Dios es galardonador de quienes buscan diligentemente su rostro.
Este es uno de los elementos principales en la oración, ya que sin fe es imposible agradar a Dios, creemos en que mediante nuestra fe podemos acercarnos a Él y con el entendimiento de que es la misma fe, que nos llevará a obtener lo que Dios quiere darnos mediante su ayuda y bondad.
Dios está dispuesto y el quiere, Lo puedes creer?
Oración:
Señor Jesús, ayúdame a entender que sin fe nuestras oraciones no tienen poder ni efecto, te pido por un nivel mayor de Fe. Gracias por que la Fe pone en acción la oración y la oración en Fe mueve tu poderosa mano. ¡Lo creo! En el nombre de Jesús
¡amen!.