Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Hebreos 10:22
La Consagración es mucho más que apartarnos de cosas pecaminosas. Es vivir una vida santa contrariamente a una vida mundana. Es vivir una vida que esté dedicada a Dios y a su propósito para nosotros. Es dedicar a Dios todo lo que tenemos para su uso. La consagración que cumple con las demandas de Dios es una consagración completa , sin ninguna reserva mental. Cuando hacemos una consagración a medias o parcial es como si no hiciéramos nada en absoluto. Consagración constante implica todo nuestro ser, todo lo que tenemos y todo lo que somos…
Esta es la vida consagrada a Dios. Una persona consagrada a Dios hará que sus oraciones
perfumen los cielos y el trono de Dios. Sencillamente ”Oración sin consagración es igual a tener una vida sin oración”.
Oración:
Señor en este dia coloco todo en tus manos ayúdame a consagrarme a ti con todo lo que soy y tengo, así podré perfumar tu santo trono mediante mi vida de oración.
Amén!